Les mauvais garçons

mauvais-garçons-madrid-carne.jpg

Comida

Desfile de carnes por aquí. Habíamos leído que era para carnívoros y cumple a la perfección las expectativas que genera.

Pedimos el tartar de ternera y magret de pato para compartir, pero Los chicos malos no son nunca sencillos ni aburridos. Los sabores de la chalota, la pimienta, el hinojo, la piña o el wasabi inyectaron el toque punk a sus piezas de carne sangrientas y exquisitas, y mejoraron el debut de una correcta (pero tímida) tabla de cinco quesos franceses con mermelada.

Entrantes y postres pasan el examen, pero será de sus principales de lo que no te olvides.

Espacio

Neón en las paredes, paredes desconchadas y ladrillos. Fotografías queer, tablas metálicas como platos y cubiertos vintage. Atmósfera de Malasaña gamberra: es industrial pero la luz cálida lo hace acogedor. La música de fondo y el rincón pequeño pero diáfano donde han dispuesto las mesas provocan un ambiente divertido y hasta cercano con el resto de comensales del restaurante. Las grandes ventanas hacia la calle son un plus.

restaurante-frances-divertido-madrid.jpg
mauvais-garçons-malasaña.jpg

Nos ha flipado

Probablemente sea distinto a cualquier cosa en la que hayas estado antes: la única norma en este lugar de placer y fetichismo es decir que sí a todo lo que te propongan.

Déjate llevar, primero, por Natalie, que sirve las mesas con total frescura. Después, por Gael Bourg (el chef toulousain detrás de todo esto) que es el perfecto anfitrión si buscas una cena divertida. Su personalidad lo impregna todo. Dice que le encanta Madrid porque en ella se siente libre para hacer lo que quiera: Le mauvais garçons es su particular templo a todo ello. Que no, que lo de “chicos malos” no es solo el eslogan.

quiero irSofía Solerbarrita